¿Sabías que la gente de media respira 16 veces cada minuto? ¡Esto son 23.040 veces cada día! Hoy en día vemos a la mayoría de los adultos respirando incorrectamente. La gran mayoría, el 90% respira levantado el pecho. A menos que tengas alguna patología, esto no es lo ideal e incluso puede ser la base de muchas molestias de cuello, cabeza, ansiedad y otros problemas derivados. ¿Te gustaría saber qué ventajas tiene respirar con el diafragma?
Estos son los beneficios de respirar con el diafragma
- Reduce el cargo que generamos en la musculatura cervical conectada al pecho. Si habitualmente levantamos el pecho para respirar vamos a generar una sobrecarga en la musculatura del cuello, en los esternocleidomastoideos y en los escalones. La sobrecarga en esta musculatura está demostrado que está relacionado con dolores de cuello y cabeza.
- Relajamos y reforzamos las lumbares. Cuando practicamos la respiración abdominal, estiramos y así relajamos la musculatura en la zona lumbar. También, cuando respiramos con el diafragma aumentamos la presión interna que tenemos en la zona lumbar, protegiendo la columna, los ligamentos y la musculatura de lesiones y reduciendo la probabilidad de dolores lumbares.
- Relajación. Cuando respiramos con el diafragma tenemos la tendencia de respirar más despacio, y así nos relajamos mentalmente y físicamente. Cuando tenemos mucho estrés o actividad en la vida, nuestro cuerpo activa el sistema simpático por respuesta, lucha o escape y esto aumenta la frecuencia de respiración con el pecho. Cuando practicamos y nos entrenamos para respirar con la diafragma, es como un «Botón de reset» y nos puede ayudar a reducir la respuesta del sistema simpático, dejándonos relajarnos.
Practica estos ejercicios de respiración diafragmática
Bien, ya sabemos las razones por no respirar con el pecho y los beneficios de la respiración abdominal/diafragma. Entonces, ¿cómo la practicamos? Es muy sencillo:
- Nos tumbamos boca arriba. Colocamos una mano encima del pecho y otra encima de la tripa. Cerramos los ojos e inspiramos y expiramos por la nariz despacio.
- Al inspirar y sacamos la tripa a la misma vez, dejando el aire rellenar los abdominales.
- Al expirar dejamos la mano sobre la tripa bajar.
- Siempre controlamos con las manos que parte del cuerpo está moviéndose.
- Luego, cuando puedas hacer esta respiración sin mover el pecho, estás listo para realizarla durante tu día a día, andando por la calle, sentado, trabajando, comiendo. Fíjate qué parte del cuerpo, el pecho o el abdomen se mueve mientras respiras y intenta que sea el abdomen.
Si tienes cualquier pregunta sobre este tipo de respiración, sobre la columna, reducir el estrés o cómo vivir más sano a través de tener una columna más sana puedes ponerte en contacto con nosotros.
Nos dedicamos a cuidar las columnas de toda la familia, naturalmente!