¿Por qué hay que consumir productos de temporada?

Jun 28, 2021 | Alimentación y Nutrición

No solo es una cuestión de sabor, también repercute en la salud y en el medio ambiente. Cada alimento tiene su momento y al consumirlo en temporada, sacas más provecho.

Albaricoque, acelga, calabacín, melocotón, pepino, sandía o nectarina son algunos de los alimentos frescos que han comenzado a aparecer en los estantes de las tiendas. Eso es porque son productos de julio.

Consumir productos según la época del año no es baladí, y no solo es una cuestión de sabor; al fin y al cabo, la fruta cuando mejor sabe es en su momento óptimo de maduración; sino que consumir productos de temporada es también una cuestión medioambiental y de salud.

Aprovecha a adquirir cerezas en junio y naranjas en febrero. Es en su época cuando todos sus nutrientes y sabor estarán al máximo. Se trata de aprovechar lo mejor de cada producto.  

Ventajas

Al consumir de temporada evitas forzar los cultivos potenciando los ciclos naturales. Además, si consumes fuera de temporada es probable que esos alimentos hayan viajado miles de kilómetros. Y esto tiene sus consecuencias: contaminación generada por el transporte, repercusión para la economía local y los productores de la zona, posible pérdida de sabor de los alimentos y encarecimiento del producto.

En la zona de La Rioja, Navarra y País Vasco, además, tenemos una excelente huerta. Así que adquirir y consumir producto local te puede resultar sencillo y sabroso. Alcachofas, legumbres, espárragos, guisantes, calabacín, pera, pimientos… son productos de la tierra que puedes encontrar en tu tienda de confianza.

Con un calendario de temporada podrás conocer qué productos hay cada mes y adecuar tu dieta para sacar el máximo provecho.

Más salud

La época de consumo de cada alimento también repercute en tu salud. Las frutas con más vitamina C, como los cítricos, son de invierno. Y es precisamente en esa estación cuando somos más propensos a los resfriados. La vitamina C ayuda a tus defensas y a protegerte ante infecciones. De ahí la importancia de consumir naranjas y mandarinas.

La vitamina D, que se activa con el sol, está muy presente en los pescados grasos cuya mejor época de consumo suele ser también en invierno; precisamente cuando tenemos más carencia de esa vitamina.

Y en verano predominan las frutas y verduras con mucha agua. Melón, sandía, pera, lechuga o pepino son las protagonistas de la hidratación, tan importante en los meses de más calor.

Fruta y verdura hay todo el año, así que la variación de productos asociada a su ciclo natural te aportará los nutrientes necesarios para que tu cuerpo funcione correctamente.

El sistema inmunológico puede reforzase con una buena alimentación; y si además incluyes ajustes quiroprácticos, ayudarás a restaurar la conexión entre cuerpo y cerebro aumentando tu bienestar.

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