Los alimentos de kilómetro cero son los que se venden cerca de su lugar de origen. Elegir consumirlos tiene muchas ventajas: cuidas el medioambiente, potencias la economía local y son más saludables.
¿Quién no ha oído aquello de ‘del huerto a la mesa’? Es una definición muy clara de los productos de cercanía o de kilómetro cero, es decir, aquellos que se han producido lo más cerca de su lugar de venta.
Consumir estos productos tiene muchas ventajas, que van desde las económicas y medioambientales, hasta las gastronómicas y saludables. Adquirir las frutas y verduras, y demás alimentos frescos, en un comercio local potencia la economía de la zona y de tu barrio, pone en valor los productos de la comarca en la que vives y garantiza que llegan al consumidor en su momento óptimo. Estos productos no recorren cientos, o miles, de kilómetros para que puedan estar en la mesa.
Como la alimentación saludable es uno de los pilares del bienestar, queremos hacer hincapié en la importancia y en los beneficios que ofrecen los productos de kilómetro cero. Sin olvidar que comer sano repercute en tu salud y bienestar.
Con una alimentación poco saludable hay más posibilidades de que el sistema inmunológico se resienta y la conexión entre cuerpo y cerebro, es decir tu sistema nervioso, no sea óptima. Así habrá más posibilidades de sufrir subluxaciones y estrés químico. Ya sabes que la Quiropráctica y la buena alimentación te ayudan a vivir con más bienestar y a evitar alteraciones en tu organismo.
Ventajas de los productos de cercanía
- Cuida el medioambiente
Al consumir productos de tu entorno se reduce la huella de carbono y la contaminación. El transporte de productos de larga distancia genera CO2 y emite gases de efecto invernadero; además, la conservación de estos productos para su transporte implica embalaje, plásticos o bandejas de diversos materiales que contribuyen a la generación de residuos que, en ocasiones, no son reciclables.
Al consumir alimentos de la zona, el transporte de larga distancia es innecesario; de igual manera, tampoco se necesita proteger estos alimentos con plásticos y así se evita generar más desperdicios. Tu salud te lo agradecerá.
- Apoyo al comercio local
Adquirir productos de kilómetro cero potencia el tejido económico y local de tu zona. Los pequeños productores, las granjas, las tiendas de barrio y el comercio tradicional, en general, son los que producen y venden los alimentos de cercanía. Comprar en este tipo de establecimientos ayuda a potenciar esa red comercial.
Además, comprando en estas tiendas y a productores de la zona conocerás de dónde vienen los alimentos, sabrás qué comes. Incluso puedes establecer una relación directa y de confianza con el productor. Cuando vayas a comprar podrás informarte de cuándo es el mejor momento para los tomates o por qué ahora es la época de las fresas.
- Más saludable
Comer saludable comienza por conocer el origen de los alimentos.
Los productos de cercanía suelen ser de más calidad porque han sido recolectados en su momento óptimo para llegar a la tienda y, de ahí, a tu mesa. Se acortan pasos y tiempos que pueden interferir en la calidad del alimento.
Consumir productos de kilómetro cero es el primer paso para llevar una dieta saludable y contribuir a que tu cuerpo funcione correctamente. Si la Quiropráctica se encarga de mantener el bienestar de cuerpo y mente, comer saludable juega un importante papel para que el organismo esté sano.