Tanto nuestro cuerpo como nuestra mente necesitan un descanso de los excesos y eliminar toxinas. La Quiropráctica y la buena alimentación te ayudan en este proceso.
Seguro que alguna vez te has sentido pesado, como que tu cuerpo te pide un descanso para seguir funcionando como debe. Seguro que tu mente también. Que llega un momento que algo te dice stop para seguir con tu día a día. Haz caso a estas señales porque tu organismo te pide un reseteo.
Es decir, eliminar toxinas para que la salud y el correcto funcionamiento de cuerpo y mente no se vean comprometidos.
En muchas ocasiones la alimentación subóptima es la causa de que nuestro cuerpo acumule toxinas y no funcione como debe. Los alimentos procesados, los dulces, un exceso de carne, comer a diferentes horas y deprisa… pueden contribuir a una mala alimentación. De igual modo, el estrés, el ritmo frenético o las malas posturas son los indicativos de que necesitamos ese reseteo.
Quiropráctica y Nutrición
Quiropráctica y nutrición mantienen una estrecha relación. De hecho, la alimentación saludable es uno de los pilares del bienestar. Si la Quiropráctica se encarga de mantener el bienestar de cuerpo y mente, comer saludable juega un importante papel para que nuestro organismo esté sano.
Con una alimentación poco saludable hay más posibilidades de que nuestras defensas bajen, el sistema inmunológico se resienta y la conexión entre cuerpo y cerebro, es decir nuestro sistema nervioso, no sea óptima. Así habrá más posibilidades de sufrir subluxaciones y estrés químico. Este tipo de estrés incluye todas las partículas que entran en nuestro organismo e influyen en el cuerpo, como la calidad del agua que bebemos, los alimentos que comemos a diario, el aire que respiramos o la medicación que tomamos. En definitiva, viviremos con menos salud.
Para eliminar toxinas y depurar nuestro organismo hay diversos alimentos que nos ayudan a ello.
Los batidos y zumos naturales son una de las mejores opciones para una alimentación saludable. Aportan los nutrientes de frutas y verduras y nos ayudan con el drenaje gracias a su aporte de líquidos.
La remolacha, el apio, los espárragos, la acelga o la espinaca favorecen las funciones diuréticas y, así, ayudamos al organismo a limpiarse de forma natural.
Frutas como la piña, la pera, la manzana, las uvas, los kiwis o los arándanos, entre otras, nos aportan fibra, que favorece la eliminación de lo que no necesita el cuerpo. Los zumos de frutas y verduras te van a ayudar a mantenerte hidratado y depurado.
La Quiropráctica se ocupa de a detección, corrección y prevención de las alteraciones del sistema neuro-músculo- esquelético, especialmente de los desequilibrios de la columna vertebral, que afectan al funcionamiento del sistema nervioso, del cuerpo y de la salud en general.
A través de los ajustes quiroprácticos, prevenimos y mejoramos las subluxaciones vertebrales, restauramos la conexión entre el cuerpo y cerebro y permitimos al organismo funcionar mejor.
La Quiropráctica y una buena alimentación es un buen plan détox para vivir con más bienestar.